japón
al día siguiente, ya de vuelta en Madrid, no quería salir de casa y que no fuera Japón. porque en Japón todo es más bonito, más limpio, más japonés, más verde y huele mejor. aquí va mi intento de lista, cien por cien subjetiva de los siete imprescindibles de Japón, país cien por cien objetivamente imprescindible.
1. COMER
todo el rato, sin parar. cosas raras, y cosas verdes de té matcha.
en los puestos de la calle.
y en los restaurantes de cintita,
y también en restaurantes Kaiseki (alta cocina),
y por supuesto cajitas bento en las estaciones de tren, cajitas de todo tipo en los 24 horas. dulce, salado, frío y caliente. todo está increíble de rico. recomiendo especialmente ir en Kioto a un restaurante de tofu que aunque en principio a muchos les suene fatal (entre los que no me incluyo porque a mí el tofu me flipa) es una auténtica delicia. yo fui a Tousuiro, en el barrio de Gion, previa reserva. fue festival.
2. COMPRAR
2.1 telas
muy loco, muy barato, muy por todas partes. en Tokio hay mogollón de sitios pero el más guai es Tomato, en el Fabric District, parada de metro Nippori. es bastante fácil llegar y os podéis descargar un plano para llevar en el teléfono. Tomato es un tiendón de varias plantas lleno de telas increíbles y a súper buen precio. es para llevarse la maleta y traérsela llena. llevad dinero en efectivo que no se puede pagar con tarjeta. en la misma calle hay unas cuantas tiendas, alguna con tela de kimono usada hipermegabonita.
en Shinjuku, más centrico, está Odakaya. hay dos edificios, uno al lado de otro. el de las telas tiene una selección bastante guai y además admiten tarjeta… que no sé si es muy buena cosa. y el otro es de lanas y más materiales. a mí me costó un poco encontrarlos pero pregunté a unas adolescentes y me indicaron muy emocionadas.
2.2 ropa de segunda mano
b-r-u-t-a-l. mi favorita: Ragtag. ordenadita, limpia, bonita… incluso hasta barata. muy fuerte encontrar percheros de Comme de Garçons, Marni, Carven… demasiado.
2.3. y por supuesto
Muji, Loft, Beams y si os apetece morir en vida y bendecir la existencia de Rei Kawakubo, Dover Street Market. al final no se me logró ir a ninguna tienda de Mina Perhonen, me queda pendiente para otra visita.
3. SOU SOU
(¡gracias Vanessa!) le dedico un apartado entero porque el corazón se me paró cuando entré en Sou Sou y aún me pongo nerviosa al recordar. Sou Sou es una marca pero yo creo que es una religión. podéis leer más aquí. fui a la tienda-calle de Kioto. y mi vida cambió.
empecé por la de zapatos, elegí mis tabi y mis calcetines. y continué por la de ropa, la casa de té, la de ropa de hombre y finalmente la de telas y furoshikis.
en todas había gente vestida de Sou Sou de los pies a la cabeza y me sonreían al ver como yo me iba convirtiendo a su religión.
4. EL SUMO
id al sumo, de verdad, es una auténtica maravilla. todo; el ambiente, los lukazos de los que trabajan allí, los lukazos en general de todo lo relacionado con el sumo, lo ceremonioso que es todo, lo bonito porque es bonito el combate, el vacileo que se gastan los sumokas antes de enzarzarse. de verdad.
si os quedáis al final, la ceremonia de despedida es imprescindible y también esperar fuera a que salgan los luchadores vestidos de yukata a coger el metro.
5. ONSEN
Japón es una isla volcánica y hay aguas termales calentitas (hirviendo también) por todas partes. eso de la higiene y la salud lo llevan a rajatabla así que toda experiencia japonesa pasa por visitar un onsen, dormir en un tatami, desayunar festín y no quitarse la yukata (como los del sumo) mientras que se esté allí.
nosotros fuimos a uno preciosisímo en medio del monte (por cierto, el monte japonés huele muy distinto) pero un poco demasiado lejos de la civilización. cosas importantes a tener en cuenta:
– mola que haya opción “family onsen” para poder ir junticos a los baños, si no son siempre separados por sexos.
– taparse los tatuajes como sea. resulta que en Japón está prohibido mostrar tatuajes en los onsen, se supone que eres mafiosísimo si los tienes. nosotros compramos unas coderas para el entintado brazo para Andrés.
6. TEMPLOS
hay cientos, miles, por todas las esquinas. yo como eso de los templos lo tengo muy explotado decidí que visitaría algunos que se me sobrevinieran. como fan absoluta del Taoísmo he de reconocer que el Sintoísmo tampoco está nada mal y que a nivel ofrendas son una auténtica monada.
los Budistas también muy cucos, no esperaba menos.
7. GENTE
los japoneses son ideales, hasta las señoras que aquí van hechas unas fistras van monas con esos sacos estilosos que se ponen. la chavalería es de no parpadear y en general todos molan, quitando el 50% de la población que va con traje gris y maletín.
sentarse en cualquier lado y observarles. sus modelis, su manera de comportarse, como se mueven, los gestos que hacen… las cocidas que se pillan los viernes por la noche… eso sin mencionar aún la cantidad de parejitas que ves ataviadas al estilo tradicional o las pandillas de japonesitas con kimono dando pasines pequeños.
en fin, cuando en un mercadillo cutre uno puede elegir el color de gafas de corazón… es que todo está en su sitio.
